I'm here

Max Frisch describió una vez el arte como un camino para abrir nuevos mundos. En la obra "I’m here" este camino se pisa literalmente. Y el público se convierte en explorador en un paseo entre los mundos.

A través de los auriculares la voz de un ser incorpóreo guía suavemente a cada espectador y espectadora en este recorrido en solitario por el PROGR. En los pasillos del edificio de la antigua escuela se percibe tanto el disciplina del pasado como el afán de libre desarrollo en los estudios de los artistas contemporáneos. Las reglas claras, las normas y los patrones de comportamiento dan paso a la ruptura de tabúes, a la autonomía y la alegría de experimentar.

Por la vía sonora los artistas invitan al público a abrir las puertas de sus espacios creativos y a pasar un rato en su taller. A solas, en los estudios de los artistas, los espectadores escuchan sus pensamientos e historias. Y, de repente, las blancas paredes de las viejas aulas brillan con los colores y formas más diversos. Incluso la gravedad parece quedar parcialmente suspendida cuando los objetos de la habitación, como por arte de magia, adquieren vida propia.

La ausencia física de los artistas guía las escenas. Como si el vacío, creado por el hecho de que alguien no apareciera, hubiera desarrollado todo su poder de succión y fuera capaz de atraer cualquier cosa. Y los objetos se empiezan a desplazar como en un campo magnético.

Una invitación a sumergirse en las realidades de cinco artistas y a experimentar lo que ya conocemos bajo una mirada nueva. Una representación teatral que da voz y cuerpo a la ausencia.

I’m here. Aquí estoy.